La UE está tomando medidas para hacer frente a los desafíos en materia de ciberseguridad. Ciertos sectores vitales, como el transporte, la energía, la sanidad y las finanzas, dependen cada vez más de las tecnologías digitales para sus actividades esenciales. La digitalización, que brinda enormes oportunidades y ofrece soluciones para muchos de los retos a los que se enfrenta Europa, como se ha demostrado en particular durante la crisis de la COVID-19, también expone a la economía y a la sociedad a ciberamenazas.
Los ciberataques y la ciberdelincuencia están aumentando en toda Europa, y cada vez son más sofisticados. Esta tendencia seguirá agravándose en el futuro, ya que se espera que 22 300 millones de dispositivos en todo el mundo estén conectados a la internet de las cosas de aquí a 2024. Con una respuesta más firme en materia de ciberseguridad que permita crear un ciberespacio abierto y seguro se podrá generar entre los ciudadanos una mayor confianza en las herramientas y servicios digitales.
En octubre de 2020, los dirigentes de la UE pidieron que se mejorara la capacidad de la UE para protegerse contra las ciberamenazas, proporcionar un entorno de comunicación seguro i garantizar el acceso a los datos de efectos judiciales y policiales. Estas son algunas de las medidas que ha adoptado la UE para rebajar las amenazas de los ciberataques.
Fomentar la ciberresiliencia
El 22 de marzo de 2021, el Consejo adoptó unas Conclusiones sobre la Estrategia de Ciberseguridad en las que destacó que la ciberseguridad es esencial para construir una Europa resiliente, ecológica y digital. Los ministros de la UE fijaron como objetivo clave lograr la autonomía estratégica preservando al mismo tiempo una economía abierta, para lo cual es necesario aumentar la capacidad de adoptar decisiones autónomas en el ámbito de la ciberseguridad con el fin de reforzar el liderazgo digital y las capacidades estratégicas de la UE.
La lucha contra la ciberdelincuencia
La ciberdelincuencia adopta diversas formas y el ámbito cibernético facilita numerosos delitos comunes. Por ejemplo, los delincuentes pueden:
• Hacerse con el control de dispositivos personales usando programas maliciosos,
• Robar o poner en peligro datos personales y derechos de propiedad intelectual para cometer fraudes en línea,
• Utilizar internet y las plataformas de redes sociales para distribuir contenidos ilícitos,
• Usar la «red oscura» para vender bienes ilícitos y servicios de piratería informática.
Se ha creado en Europol un Centro Europeo de Ciberdelincuencia para ayudar a los países de la Unión a investigar los delitos en línea y desmantelar las redes delictivas. La plataforma multidisciplinar europea contra las amenazas delictivas (EMPACT) es una iniciativa de seguridad impulsada por los Estados miembros de la UE para detectar, priorizar y atajar las amenazas que plantea la delincuencia internacional organizada. La lucha contra los ciberataques es una de sus prioridades.
Impulsar la ciberdiplomacia
La Unión Europea y sus Estados miembros promueven resueltamente un ciberespacio abierto, libre, estable y seguro en el que se respeten plenamente los derechos humanos, las libertades fundamentales y el Estado de Derecho en aras de la estabilidad social, el crecimiento económico, la prosperidad y la integridad de unas sociedades libres y democráticas.
La Unión está poniendo un gran empeño en protegerse contra las ciberamenazas procedentes de terceros países, especialmente a través de una respuesta diplomática conjunta denominada «conjunto de instrumentos de ciberdiplomacia». Esta respuesta incluye la cooperación y el diálogo diplomáticos, medidas preventivas contra los ciberataques y sanciones.
Intensificación de la ciberdefensa
El ciberespacio se considera el quinto ámbito bélico, tan vital para las operaciones militares como la tierra, el mar, el aire y el espacio. Se trata de una esfera que abarca desde las redes de información y telecomunicaciones, las infraestructuras y los datos que contienen hasta los sistemas informáticos, los procesadores y los dispositivos de control.
La Unión coopera en materia de defensa en el ciberespacio gracias a las actividades de la Agencia Europea de Defensa (AED), en colaboración con la Agencia de la UE para la Ciberseguridad y Europol. La AED apoya a los Estados miembros en la creación de unidades de personal militar especializado en ciberdefensa y garantiza la disponibilidad de tecnología de ciberdefensa proactiva y reactiva.
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